El ajo, es
considerado, uno de los vegetales curativos, más importantes. Es quizás el
remedio natural con mayores propiedades medicinales demostradas. Sé
conocer por sus propiedades desinfectante, germicida y purificador muy poderoso,
limpia los intestinos, depura la sangre
y renueva todo el sistema interno, Con el ajo se expulsan lombrices solitarias
y se evita el tifus.
Efecto hipotensor
a dosis altas, fluidificante de la sangre - muy utilizado por personas que han
padecido trombosis, embolias o accidentes vasculares-, hipolipemiante
-disminuye el colesterol LDL, es decir el nocivo para el cuerpo-, antibiótico y
antiséptico general, estimulante de las defensas. El ajo, ayuda a prevenir y
curar todas las enfermedades de las vías respiratorias.
Se utiliza para
eliminar parásitos y en estos casos el jugo del ajo es uno de los mejores
remedios, y aún en las especies difíciles de expulsar, se obtienen resultados
sorprendentes.
Ayuda a quienes
padecen de ácido úrico y actúa como protector en la calcificación de las
arterias. Previene la hipertensión y la mala circulación, ya que tiene una
acción hipotensora.
Es estimulante,
diurético y expectorante. El ajo ayuda a eliminar los viejos residuos que van
quedando en el organismo, sus enzimas favorecen una buena síntesis de los
ácidos grasos, ayudando a bajar el colesterol malo o LDL. Y muy importante por
sus propiedades diuréticas nos ayuda a perder peso rápidamente. Además de tener
un alto contenido de fósforo y de azufre, por eso se destaca como un sedante
especial para los nervios.
Aconsejan comerlo
crudo ya que cocido pierde más del 90% de su efectividad.
El ajo produce mal
aliento y transpiración desagradable, sólo por un corto período de tiempo, es
decir mientras se expulsan las toxinas acumuladas en el organismo, una vez
liberadas éstas, ya no se despide mal olor, ni en el aliento, ni en la transpiración,
ni siquiera en la orina y las deposiciones. Esto es debido a que ese olor
desagradable que se atribuyen a los ajos, no es debido a los ajos propiamente
dicho, sino a las toxinas acumuladas en el organismo que, al combinarse con los
activos principios eliminadores del ajo, despiden ese olor.
Es muy
recomendable como desinfectante, por lo tanto en caso de picarnos algún insecto
extraño, podemos frotarnos con ajo crudo.
Y para finalizar,
diremos, que el órgano que más se beneficia con el ajo crudo, es el corazón. Si
tenemos en cuenta, que el ajo, es el gran purificador de la sangre, sacaremos
como consecuencia que también es el gran fortalecedor del corazón. Afrodisíaco
y energético
con ajo cocido al
horno, ablanda las callosidades dolorosas. Si se hierve con leche (previamente pelado
sin mantequilla), su efecto es positivo en los casos de eccemas, tiñas y
verrugas. Para estos casos basta aplicarse un diente de ajo recién cortado, ah!
y para quienes corren riesgos de calvicie o pérdida del cabello, los masajes
con jugo de ajo en el cuero cabelludo, afirman el pelo.
En casos de
hipertensión y arteriosclerosis, basta con comer dos o tres dientes de ajo
todos los días; ensanchan los vasos sanguíneos, lo que ahorra jaquecas,
vértigos insomnios. Su consumo es indispensable para las personas de ocupación
sedentarias, en particular para las que realizan trabajos intelectuales, porque
estimula el funcionamiento del cerebro, el corazón y las glándulas sexuales.
Igualmente, una
inhalación de ajo triturado cura la gripe, las anginas y catarros en sus etapas
iníciales. Este mismo tratamiento es utilizado en casos más serios, como la tos
ferina, la pulmonía, inflamaciones de los oídos y de la mucosa de los ojos.
Su uso más común
es agregárselo a las comidas y esto alivia enfermedades gastrointestinales
infecciosas, colitis, bronquitis y en general cualquier problema inflamatorio.
La única contradicción es cuando se sufre de inflamaciones de los riñones.
La medicina
popular hace tiempo que conoce un remedio muy eficaz contra la gota, el
reumatismo, los cálculos renales y en la vejiga; se trituran cinco bulbos de
ajo y se deja reposar en 500 gramos de vodka en temperatura ambiente durante
ocho o diez días. Se toma media cucharadita tres veces al día.
Propiedades
beneficiosas del ajo
El ajo crudo tiene
propiedades antisépticas, fungicidas, bactericidas y depurativas, debido a que
contiene un aceite esencial volátil llamado aliína, que se transforma en
alicina, responsable de su fuerte olor y que se elimina por vía respiratoria.
Aunque también tiene otras propiedades beneficiosas para el organismo:
•Estimula
las mucosas gastrointestinales provocando un aumento de las secreciones
digestivas y de la bilis.
•Es diurético.
•Aumenta las secreciones bronquiales, por lo que se dice que es expectorante, desinfectante y descongestionante.
•Su consumo frecuente provoca vasodilatación (aumento del diámetro de pequeños vasos sanguíneos; arteriolas y capilares) lo que hace que la sangre fluya con mayor facilidad y que disminuya la presión sanguínea.
•El consumo habitual de ajo es muy recomendable en caso de parasitosis intestinales, cualquier proceso infeccioso y para aquellas personas que tienen hipertensión y riesgo cardiovascula.
•Es diurético.
•Aumenta las secreciones bronquiales, por lo que se dice que es expectorante, desinfectante y descongestionante.
•Su consumo frecuente provoca vasodilatación (aumento del diámetro de pequeños vasos sanguíneos; arteriolas y capilares) lo que hace que la sangre fluya con mayor facilidad y que disminuya la presión sanguínea.
•El consumo habitual de ajo es muy recomendable en caso de parasitosis intestinales, cualquier proceso infeccioso y para aquellas personas que tienen hipertensión y riesgo cardiovascula.
Precauciones
El uso de ajo an
altas dosis, ya sea crudo o en extractos, está desaconsejado en hemorragias
traumáticas ó menstruales. Piense que tiene auténticas propiedades
fluidificantes y por tanto puede impedir los procesos de coagulación. Así mismo
se desaconseja su uso durante el embarazo.
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